Inspirándose en los dibujos de Isabel Baraona, Archétype presentó una exposición sobre el cuento de Perrault “La caperucita roja”, historia infantil cargada de símbolos y abierta a toda clase de interpretaciones. A través de sus dibujos, Isabel Baraona reinventó incansablemente el espacio del bosque en el que niños y lobos subsisten a la violencia de los adultos, mientras que la caperucita encarna nuestras angustias fundamentales, mediando en todas las relaciones posibles dentro del relato. Lucile Bertrand, por su parte, invetsitó las múltiples versiones del cuento, con las que produjo una serie de libros-objeto sobre un mundo humorístico y poético. Las hermanas Martin realizaron un mural sobre las paredes de la galería y presentaron una imagen impresa de su video “C´est comme être” en la que se sintetizaba la temática de la exposición. Harald Thys y Jos de Grytes proyectaron un extraño video cuyo título “Las 48 horas de Kwik y Kwak” hace referencia a un experimento anterior en el que dos animales fueron filmados comiendo, durmiendo y jugando durante dos días en una habitación cerrada. Esta obra se completó con texto y fotografías.

La galería Baronian – Francey exhibió video instalaciones de Marie – José Burki, artista suiza nacida en 1961 y actualmente residente en Bruselas. Burki desarrolló una obra videográfica en la que nuestro medio ambiente natural o urbano es captado con total simplicidad. Sus proyecciones a menudo se combinan con fragmentos de textos clásicos y prosaicos donde la cámara da la impresión de ser un espectador pasivo del mundo circundante: hombres y mujeres en sus ocupaciones, el impenetrable universo del comportamiento animal, nubes pasando a través del cielo como metáfora del tiempo en perpetua transformación. Sus obras, si bien parecen completamente ancladas en la realidad, intentan sublimar e idealizar esta realidad mediatizándola a través del video o traduciéndola a signos lingüísticos, constituyendo así un cruce entre filosofía, poesía y política. En la obra de Burki se percibe cierta influencia de la obra videográfica de Barnett Newman y del Conceptualismo lingüístico de Joseph Kosuth, que eliminaba completamente el objeto para centrarse en la idea pura.

Enrico T. De Paris nació en Mel (Belluno) en 1960. Actualmente vive y trabaja en Turín. La instalación interactiva Laboratory que Artiscope presentó entre noviembre y febrero pasados, es una irónica y original incursión en la vida contemporánea que se desarrolla a través de una compleja integración de sistemas diferentes. Las estáticas estructuras químicas, videos, luces, imagen digital, libros, pintura, sonidos y objetos disparatados además de otros elementos, forman un archivo imaginario de nuevas realidades, como las bio-tecnologías, las migraciones sociales y las nuevas tecnologías digitales. Hay un parecido evidente entre la obra de Tommaso de Paris y lo que se conoce en Argentina como movimiento Madí, fundando en la década del ´40. Especialmente en lo referente a la relación entre arte y ciencia, la utilización de estructuras lumínicas con gas de neón y, en general, la inclusión de nuevos materiales. En los ´60 y ´70 retomó esta idea el argentino Luis Benedit con su concepto de sistema, en el que los seres vivos eran sometidos a observación en el marco de laboratorios montados, con un método de investigación más cercano a lo científico que a lo puramente artístico. En la obra de T. de Paris aparece la relación de arte y ciencia como en Benedit y lo lúdico de los Madí.