Enero - Marzo 2004	bistart reloaded 18
Sotheby's y ArteBA Entre el silencio y la violencia por Anabella Sanchez			Victor Grippo, Analogía IV (III), 1972, Wood, canvas, acrylic, and metal, 32 1/16 x 37 1/8 x 23 1/4 in.
Del 15 al 20 de Diciembre funcionó en las salas de la conocidísima firma de subastas Sotheby´s la exposición titulada "Entre el silencio y la violencia", organizada por la Fundación ArteBA. La muestra, curada por Mercedes Casanegra, reuniendo los esfuerzos de coleccionistas, críticos y curadores especialistas en arte latinoamericano, fue sorprendente a la hora de ver los criterios de su selección de obras, que no recayó en el trillado gusto por los regionalismos folklóricos que se entienden en el exterior del país como "el" arte argentino. En este caso, este esfuerzo conjunto cristalizó en una exposición de obras conceptuales de doce artistas argentinos de gran renombre internacional, producidas entre los años 1965 y 2002. La obras escogidas se desarrollaron en dos vertientes durante esos años: la de definir el arte argentino como tal en contraste con las producciones de los países vecinos, y la de situarlo en el del resto del mundo en tanto arte contemporáneo, relacionándose con eventos globales como la guerra de Vietnam o climas de violencia globales, como el que se vivió en la década de 1970 en este país. Los exponentes de la muestra son Luis Benedit, quien se servía de los métodos científicos para construir sistemas tendientes a mostrar su interés por los asuntos de la naturaleza y la ecología, así como el contraste entre lo natural y lo artificial; Oscar Bony, con la base dadaísta de la negación de los órdenes establecidos expresándose a través de la fotografía para continuamente reformular la labor artística; Alberto Heredia, quien construía elementos con fuertes significados relacionados con el clima de censura de los ´70 partiendo de materiales baratos; Jorge Macchi, constante cuestionador de signos del contexto cotidiano; Norberto Gómez, creador de esculturas biomórficas y torturadas que remitían al sufrimiento y la violencia; Victor Grippo, quien usa el elemento característico de su obra, la papa, vegetal de origen americano, para elaborar discursos estableciendo paralelismos entre la energía latente de la misma y el potencial de transformación humano; Roberto Elía, quien sirviéndose de otras disciplinas como la literatura, la poesía y la música, creaba obras que también se conectaban directamente con la ciudad de Buenos Aires; León Ferrari, quien en obras como "Civilización Occidental y Cristiana" combinaba la estatua de un Cristo, iconografía del pasado, con un bombardero FH107, ícono relacionado con la guerra de Vietnam; Graciela Sacco y sus obras de cuestionamiento social; Edgardo Vigo, creador de máquinas irónicas en los ´60 y promotor del Mail-Art; Cristina Piffer, introductora en sus obras de la carne vacuna, alimento básico en los argentinos, mostrándola en unidades cuadradas, racionales, que se oponen a la calidad natural de la carne; y Liliana Porter, quien usa para sus obras íconos representativos de la idiosincrasia argentina, como el gaucho, el Che o páginas de Borges. La muestra se dirigió a destacar la gran individualidad de los artistas, aunados a su vez por el gran nivel de las obras expuestas. Éstasfueron mostradas en la casa de subastas en Nueva York, coincidiendo con la venta anual de arte latinoamericano en Otoño que siempre se da en noviembre, y se contó además con un programa especial de visitas y reuniones con la curadora.

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